Tiene el don de pensar, al mismo tiempo, en varias cosas, por ello, su cerebro es capaz de estudiar con sapiencia el cuerpo humano y en sus escasos momentos de esparcimiento, escribir, componer y cantar poéticas melodías.
Es imposible verlo sin su amplia sonrisa y su sencillez perenne.
Cuando era niño escuchó las historias de su abuelo, el general Beltrán Francisco Dangond Celedón –que de pronto tendría el nombre de Bertrand, pero por ligereza de lenguaje le dejaron como Beltrán--, pero más aún, memorizó la canción que en su homenaje le escribió el maestro Rafael Escalona: “En su automóvil resplandeciente/ De Villanueva para el molino/ Va el general y regresa siempre/ Con esa viuda muy resentido. Y allá en Codas a mí me dijeron/ los que conocen al general/ que en las batallas no tuvo miedo/ y en el molino lo ven llorar.”
Y es que el general Dangond luchó en la Guerra de los Mil días y tuvo enfrentamientos en su natal Villanueva, en Riohacha y en Hatonuevo contra los ejércitos de Rafael Uribe Uribe y Justo Leonidas Durán, entre otros.
El lunes 5 de noviembre de 1962 en Valledupar nació el doctor Fernando en el hogar de Jorge Dangond Daza, cofundador del departamento del Cesar, y de doña Elisa Castro Palmera, amante de la buena música ejecutante de guitarra y figura cesarense. Era el sexto hijo. Le precedieron José Jorge, Elsie, Leonor, Eduardo y María Elisa.
Sus dotes artísticas las mostró desde muy pequeño. Aprendió a tocar guitarra, piano y acordeón, pero, además, a la par que recibía sus primeras lecciones de escritura, redactó sus primeras canciones.
En 1976 fue coronado rey infantil en el Festival de la Leyenda Vallenata, pero su familia quiso que terminara su secundaria en Bogotá. Él es quizá una de las personas que más ha estado comprometido con el Cesar y con Valledupar. No sólo por las historias de su abuelo, sino de su padre, el dirigente de Villanueva, fue concejal alcalde de Valledupar, gobernador del Cesar, representante a la Cámara y Senador, organizó la primera Feria ganadera de Valledupar, construyó parques, vías, puentes, centros de salud y gran agricultor.
Todas esas noticias, cambios, progresos de su región estaban en las conversaciones en su casa y con los amigos de su familia, pero en el fondo vivía como ninguno, las parrandas donde escuchaba y cantaba las inolvidables melodías del vallenato.
Pero si bien la capital del país le dio una visión distinta de país, el doctor Fernando no pudo olvidar, en ningún momento su tierra y, en sus ratos libres, tomaba su guitarra, fiel compañera de tristezas y recuerdos y compuso varias canciones por ejemplo “Así es mi valle” donde muestra cómo eran sus pensamientos sobre la capital del Cesar.
Los intérpretes no dudaron en llevar sus temas a los estudios de grabación. “Así es mi valle”, por ejemplo, quedó en tercer corte del lado B del décimo segundo álbum de Los Hermanos Zuleta para CBS, presentado en 1979. Este trabajo de once temas, estuvo acompañado de canciones como “Olvídame”, de Leandro Díaz, “La llanerita” y “Marily” de Calixto Ochoa, “El viajero” de Julio Vásquez, “Luna sanjuanera”, de Roberto Calderón, “Nostalgia estudiantil” de Lenín Bueno Suárez y “El Robo” de Emiliano Zuleta Baquero.
Una de sus historias más contadas ocurrió en 1981 cuando inscribió su canción “Nació mi poesía”, pero no le contó a su familia sobre su propuesta. Doña Elisa mientras viajaba en un taxi oyó el tema en Radio Guatapurí y cuando llegó a su casa comentó que había escuchado una canción muy linda y entonces, él no tuvo más remedio que comentarle que era de su inspiración. El primer puesto del Concurso de la canción inédita quedó desierto y a él le otorgaron el segundo lugar.
En el 2000, La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata lamentó lo sucedido 19 años antes con el doctor Fernando Dangond Castro y la propia Consuelo Araújo Noguera firmó el acta según la cual se declaraba como ganador de la Canción vallenata Inédita de 1981, con la canción “Nació mi poesía”.
La historia de cada una de sus composiciones podría originar una novela. Luego de terminar su bachillerato estudió Medicina en la Universidad Javeriana. En medio de consultas, análisis y temas con sus compañeros ponía en papel sus pensamientos musicales y de esa época se recuerda “Tapete azul” grabado luego por Iván Villazón.
Un día en 1985, de madrugada, mientras hacía un turno en un hospital escribió “Miedo al amor”, inspirado de una historia con una compañera que había terminado con su novio. Por esos días grababa en Bogotá El Binomio de Oro y le pidieron que llevara una canción.
Recién hecha les mostró el tema y a ellos les gustó de principio a fin. Codiscos lo publicó el 3 de diciembre de 1985 y acompañó temas como “Estar enamorado” de Roberto Calderón, “Barranquillera” de Miguel Morales, “También te quiero” de Hernando Marín y “La cienaguera” de Julio César Oñate, entre otros. Fue una Navidad inolvidable para el doctor que viajó a los Estados Unidos para proseguir con sus estudios de Medicina.
En Cleveland, Ohio recibió la especialización como Médico Internista. Luego, en la Universidad de Harvard adelantó Neurología y allí la parte científica le llamó poderosamente la atención y la institución lo contrató como investigador en sus laboratorios dirigiendo a más de 600 profesionales y, además, atendiendo pacientes.
Siguió estudios en Biología Molecular e Inmunología y estuvo vinculado como profesor asistente de Neurología y jefe del Laboratorio de Regulación de la Transcripción e Inmunología.
Ha redactado artículos sobre sus investigaciones y resultados como, por ejemplo, descubrir dos genes humanos relacionados con el cáncer y enfermedades inmunológicas y neurodegenerativas.
Él fue el primero en reportar un caso heredado en el mundo de una enfermedad ahora llamada ‘Hemiplejía Alternante Familiar’.
Gracias a su inspiración, el doctor Fernando Dangond Castro tiene en la Sociedad de Autores y Compositores Sayco casi 70 canciones registradas como “Nació mi poesía”, “Así es mi valle”, “El inconvenientico”, “Vuelve pronto”, “Te quiero”, “Miedo al amor”, “Palabras Mágicas”, “El tapete azul” y “Título de actriz”, entre otros, temas que han sido grabado por grandes figuras del vallenato como El Binomio de Oro, Iván Villazón, Silvio Brito, Jorge Oñate, Los Hermanos Zuleta, Diomedes Díaz, Los Betos y Farid Ortiz, entre otros.
Sigue investigando, pero componiendo. Es el 2022 presentó un tema –cantado con Eirck “el canario” Escobar”—titulado “Mariposa divina”, en un homenaje a su hija Cristina, víctima del cáncer en el 2018.
El sabio sigue investigando y dejando hasta la eternidad las más poéticas canciones vallenatas.