Las mujeres del vallenato

Dentro de los nombres de las primeras mujeres en cantar vallenatos en el país se encuentran los de Esther Forero, Ana Luisa Colón, Carmencita Pernett y Lucy González. Pero la historia de ellas en el género tuvo un antes y un después tras la aparición del grupo Las Universitarias, dirigido por la compositora, acordeonera, pianista y cantante samaria Rita Fernández Padilla (n. 1948), ejemplo y maestra de varias generaciones de colegas suyas dedicadas a la música de valle de Upar.

Ella aparece para la música en 1967 y dos años después realiza su primera presentación en el Festival de la Leyenda Vallenata. Como compositora se le recuerda por su célebre paseo “Sombra perdida”, popularizado por Rafael Orozco en El Binomio de Oro, y por otras piezas en ese ritmo como “Romance vallenato”, “Reflejo de amor”, “Amor y penas”; e incluso se le debe a ella una de las grandes páginas de la salsa colombiana, “El son del tren”, estrenado en 1981 por Fruko y sus Tesos.

La historia de la mujer en el mundo del vallenato tiene un parteaguas con la aparición de la cantora Patricia Teherán (1969 – 1995), quien junto con sus agrupaciones Las Musas del Vallenato y Las Diosas del Vallenato fue artífice de una poesía que hablaba del amor y desamor desde un punto de vista diametralmente opuesto al de la mirada informal y a veces machista de muchos vallenatos escritos por hombres, para hombres.

Su prematura muerte dejó un profundo vacío aún por subsanar. Oñate Martínez asegura de ella que “(su) timbre especial de voz, aliado a una perfecta conjunción de tono y tesitura para interpretar las canciones, le hubieran dado un sitio de privilegio al lado de las más cotizadas voces masculinas”.

Una revisión a profundidad de las cantantes mujeres en el mundo del vallenato, desde principios de su historia hasta hoy, nos lanza una lista que suma a las ya mencionadas los nombres de Amparito Jiménez, Lely Méndez, Fabri Meriño, Tere García, Ludy de la Ossa (hija del rey vallenato Julio de la Ossa), Cecilia Meza y Las Emes y que tiene continuidad en Adriana Lucía, la propia Patricia Teherán y más recientemente en valores como Mimi Anaya, Diana Burco, Margarita Doria y Karen Lizarazo.